Peligros del stress contenido
Resulta que el stress es malo. Pero el stress contenido es peor.
Pues sí, alguien hizo la aguda observación de que es posible llevar una existencia dentro del rango de lo común con todo y stress; siempre y cuando sea liberado. Si no, contemplamos a un ser reprimido en diversos aspectos, que al no poder "sacarlos" le da por tirarse de un quinto piso.
Esta semana muchos en la escuela se salvaron. No lloraremos en el futuro cercano por los sueños no cumplidos de las seguidoras del "Papá soltero"; por los gritos aguardentosos de apoyo al Chivas y al America correteándose a través de la cartulina; por Fulanito y Sutanita declarados (no por voluntad propia, pero que más da) en amor eterno. No, esas presiones ya no les agravan la vida.
Hay que ser pacientes y recordar en que sociedad mocha y banal vivimos. Tragarse el orgullo y admitir que la edad de los jovenes adultos es reconocible unicamente en temporada electoral y frente a una casilla. Que ni siquiera este estrato se reconoce a sí mismo como capaz de pensar algo mejor, de reaccionar de forma distinta a la esperada por los adultos no tan jovenes.
La esperanza existe en hojas rojizas, expuestas a la censura: al desgarre matutino de imagenes y textos no deseados del santuario prometido--donde sólo quedan huellas de adhesivo como memento.
Son esos los pensamientos que vale la pena leer. Son esos los que se ven opacados por unos genitales dibujados sobre el nombre de alguien más.
Ni modo. Hay que educarnos.
(taos)
Pues sí, alguien hizo la aguda observación de que es posible llevar una existencia dentro del rango de lo común con todo y stress; siempre y cuando sea liberado. Si no, contemplamos a un ser reprimido en diversos aspectos, que al no poder "sacarlos" le da por tirarse de un quinto piso.
Esta semana muchos en la escuela se salvaron. No lloraremos en el futuro cercano por los sueños no cumplidos de las seguidoras del "Papá soltero"; por los gritos aguardentosos de apoyo al Chivas y al America correteándose a través de la cartulina; por Fulanito y Sutanita declarados (no por voluntad propia, pero que más da) en amor eterno. No, esas presiones ya no les agravan la vida.
Hay que ser pacientes y recordar en que sociedad mocha y banal vivimos. Tragarse el orgullo y admitir que la edad de los jovenes adultos es reconocible unicamente en temporada electoral y frente a una casilla. Que ni siquiera este estrato se reconoce a sí mismo como capaz de pensar algo mejor, de reaccionar de forma distinta a la esperada por los adultos no tan jovenes.
La esperanza existe en hojas rojizas, expuestas a la censura: al desgarre matutino de imagenes y textos no deseados del santuario prometido--donde sólo quedan huellas de adhesivo como memento.
Son esos los pensamientos que vale la pena leer. Son esos los que se ven opacados por unos genitales dibujados sobre el nombre de alguien más.
Ni modo. Hay que educarnos.
(taos)
